[Sus Obras (11)]
Biografía
(Buenos Aires, 1960)
Guitarrista, compositor, cantante.
Estudió guitarra con el paisano Carlos Alberto Smigliani, notable maestro guitarrista del sudeste bonaerense.
Luego continuó un disciplinado camino autodidacta, por momentos apoyado por maestros como Liliana Vitale, Mabel Moreno (canto) Carlos Cutaia (armonía, composición, arreglos), Walter Malossetti y Osvaldo Avena (guitarra de jazz y tango).
Su paisaje es el mar y los infinitos campos y playas de la costa en donde jugaba de niño, dándole un verdadero, inolvidable y entrañable sentido de la libertad.
Su estilo guitarrístico es sobrio, clásico, con una nítida dicción en las melodías y armonizaciones sencillas. Su canto es llano, procurando decir suavemente los textos que aborda, sin molestar a la guitarra.
Su repertorio está integrado mayormente por obras propias, del folklore popular y también académico.
De sus obras se destaca "El peñero", "Malambo del hombre nuevo" y "A Nguenechén" de muy buena aceptación del público en sus recitales. Obras suyas son requeridas por concertistas tanto de guitarra como de piano para integrar sus repertorios.
En cuanto a su aporte a las obras con letra, compone canciones de raíz argentina. En su poética plantea la realidad de los humildes, realiza homenajes a distintos luchadores sociales argentinos, canta al amor de los hijos, de su mujer, a la guitarra.
También realiza musicalizaciones de poetas tales como Nicolás Guillén, José Antonio Cedrón, Alejandro Seta, Almafuerte e Isabel Granado
Muchas de sus canciones son interpretadas por la cantante Yolanda Lassalle haciendo interesantes dúos entre su comunicativa voz de mezzosoprano y la guitarra de Carlos.
Trabajó durante varios años junto a Marikena Monti. También en diferentes oportunidades hizo lo propio con diversos cantantes.
Transitó escenarios de jerarquía como: Teatro Astral, Lola Membrives, Centro Cultural y Teatro Municipal General San Martín, Gran Café Tortoni, Hotel Sheraton, Casona del Conde de Palermo y Bar Latino de Buenos Aires. Realizó giras por diversas salas de la Costa Atlántica, Rosario, Paraná, Córdoba, Jujuy, Corrientes y Punta del Este (Uruguay).
Tiene editados varios trabajos en forma independiente, siendo el ùltimo "Palabras Cuerdas".
Junto a Yolanda Lassalle durante los años 2006 y 2007 protagonizó dos ciclos de música de guitarra nativa junto a los mejores cultores del género, como Carlos Di Fulvio, Suma Paz, Cacho Tirao, Gerardo Macchi Falú, Omar Moreno Palacios y Martín Alemán. ("De guitarras y canciones" y "Mi guitarra entre amigos", Museo Rómulo Raggio de Vicente López, 2006 -2007) De todos estos maestros ha cosechado generosos consejos y palabras de aliento.
Participó del festival "Guitarras del Mundo 2010" en la sede Olivos, con notable suceso, junto a los guitarristas locales Carlos Botto (clásico), el dúo Torilo-Cámara (argentino académico), Rudi y Nini Flores (Chamamé) y el guitarrista sirio Elías Esper (flamenco-árabe). A raíz de esa actuación, fue invitado a participar del cierre a nivel nacional de dicho festival, que dirige artísticamente el Maestro Juan Falú, junto a treinta guitarristas de todo el país, Chile, Siria, Turquía y Francia.
En la actualidad continúa su labor de docente y guitarrista en diferentes ámbitos culturales como escuelas, bibliotecas, museos y teatros, llevando a cabo la difusión de la guitarra, instrumento nacional.
Mi guitarra
Desde niño comencé a interesarme por la música y la guitarra, en ese estilo de "canto entreverado entre las cuerdas". Me recuerdo camino a la escuela componiendo coplas que luego atesoraba en mi memoria, en las frías mañanas del invierno necochense.
También recuerdo que buscaba con curiosidad la guitarra que mi hermano Alejandro dejaba acostada sobre su cama en nuestra habitación. Tensaba y "afinaba" sus cuerdas de una manera que me sonara bonito y sacaba de oído melodías que sonaban por la radio.
Mi madre Isabel, que era poeta, se dio cuenta de mi temprana vocación y me mando a estudiar al tiempo que me daba una de sus poesías para que musicalice. Con esa actitud abrió en mí las puertas del don de la composición para no cerrarse nunca más.
Allí comencé las visitas (en mi bicicleta, muchas veces luchando contra el viento marítimo) a la casa de "Don Carlos", mi maestro, y entre mates y charlas guitarreábamos de una manera tan libre como nunca más experimenté.
Mi padre Natalio (hombre de teatro), escuchaba atentamente mis primeras producciones, dándome su parecer sobre la manera de llevarlas a cabo frente a un público. En esos encuentros aprendí definitivamente que el otro u otros siempre son los destinatarios del arte y que cualquier lugar y situación es potencialmente un escenario para proyectarse.
(Abril 2011)
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