Están tocando juntos un vals de Carlos. La versión es improvisada, pero no lo parece. Hay complicidad, crean climas juntos, y las diferencias cronológicas desaparecen para dar paso a una bella pieza, enriquecida por el sentimiento compartido.

Así finalizó el recital del domingo 30 de abril (09), el segundo del ciclo Nuestras Guitarras, en el Auditorio "Hugo del Carril" del Sindicato UOCRA, que auspicia dicha institución, en conjunto con la Academia del Folklore de la República Argentina y Epsa Publishing.

El concierto comenzó con Manuel interpretando tres temas de su autoría (que hemos trabajado en clase en los últimos meses). Se lo vio muy aplomado, "diciendo" cada frase, acometiendo con fuerza los pasajes enérgicos y tomándose el tiempo para afirmarse y conversar con el público entre tema y tema. Le pidieron un bis y tocó el chamamé Octubre, de Ernesto Méndez. Fue muy aplaudido.

Llegó el turno de Carlos, quien, con la humildad que lo caracteriza, nos deleitó con un buen rato de música de su autoría: arrancó con un tema que, según dijo, forma parte de un trabajo discográfico en ciernes, luego interpretó la serie dedicada al pintor "Florencio Molina Campos", siguieron chacareras, malambo, algún tango (Flores Negras de De Caro), otra serie dedicada al pintor bonaerense Eleodoro Marenco y la obra 7 anneis, de Egberto Gismonti, tocados con autoridad y virtuosismo, para terminar con algún candombe y el dúo con el que empecé esta "crónica".

Lo más impactante de Carlos Moscardini, además de ese tono afable con el que anuncia los temas e intercambia comentarios con el público, es que transmite la sensación de que sus obras parecen fáciles, aún cuando tienen un gran desarrollo armónico y una complejidad técnica importantes.

¡A él le salen bárbaro!

Hasta la próxima.

Roberto Calvo, 1º de mayo de 2009