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Título: La caricia sin nombre
Compositor:
Jorge Méndez
Autor: Jorge Méndez
Género: Canción
Subgénero: Canción
Formación Instrumental: Voz + Cifrado
ISWC: T-037146795-6 |
Descripción:
La caricia perdida ¿quién la recogerá?
Querida Alfonsina: como tú, somos muchos los que escribimos y cantamos soñando un mundo más humanizado y hospitalario que el de nuestros días...Todos advertimos en tus dolorosos poemas lo que fue aquella década de los años 30, que la historia, crudamente, recuerda como infame.
También, después de tu muerte vinieron otras décadas no menos infames: ¡sino que lo digan hoy los suicidios que están sucediéndose en el mundo "progresista" de aquellos que se han visto sorprendidos y despojados de todo por el derrumbe impiadoso de las economías... "primermundistas"!
"Todo está como era entonces",
-al decir de Olegario V. Andrade-
"Todo está, nada ha cambiado."
(perdón Olegario, porque tú lo decías líricamente y con nostalgia provinciana... y yo con otro sentido)
Cuenta Leónidas Barletta que en 1938 también se quitó la vida uno de tus grandes amigos: Horacio Quiroga.
"Desterrado voluntariamente en la selva misionera, dicen que se eliminó al sospechar que su enfermedad era incurable; pero quienes fuimos sus amigos conocíamos su extremada sensibilidad (que trasmitió a sus hijos), sus ideas y su desesperanza frente a las derrotas que experimentó la democracia en España y el surgimiento del nazismo en Europa".
Sigue narrando el creador del Teatro del Pueblo, en su libro Boedo y Florida, una versión distinta, que en ese tiempo se suicidaron también Leopoldo Lugones, Francisco López Merino, Víctor Juan Guillot, Enrique Méndez Calzada, Lisandro de La Torre...
¡Dios mío, una generación de ilustres argentinos suicidas!
Y cuando habla de ti, querida poeta, nos dice Barletta: "Y le siguió Alfonsina Storni, que se echó al mar en 1938. Se quiso, como en los casos anteriores, atribuir su trágica determinación a su salud, a las flaquezas de la carne, pero la respuesta está en sus antipoemas, de los que no se habla, en el pesimismo engendrado por un mundo hostil y egoísta."
Y ese mundo "hostil y egoísta" fue el que yo entreví al leer y releer tu poema "La caricia perdida", donde, detrás de la bella metáfora, se escucha tu clamor eterno:
Oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida ¿me reconocerás?
Sí Alfonsina, sí; yo soy uno de los muchos viajeros entristecidos que te han reconocido "en el viento fundida". Por eso digo al comenzar mi canción La caricia sin nombre:
Ha pasado en mi noche otra vez
silenciosa y cansada de andar,
la caricia sin nombre,
la triste viajera de bruma y de sal.
Tómame de la mano al pasar
que también como tú guardo yo
mi caricia perdida
que habita la herida de mi corazón.
Tu querido hijo, que a la fecha tiene 95 años y que escribió 3 libros de poesía y no publicó ninguno, porque dice que "no merecían ser publicados", me envió muy afectuosamente, y de su puño y letra, las palabras que transcribo y agradezco como si me las hubiera enviado tú misma, Alfonsina, desde tu eternidad...
Buenos Aires, 18 de Julio de 1997
Señor Jorge Méndez
De mi mayor estima:
Recibí su amable carta de fecha 10 de Julio y con ella su canción "La caricia sin nombre" inspirada en la poesía de mi madre: "La caricia perdida".
El título me parece acertado. La canción me agradó , así como la grabación del conjunto paranaense "Los leñeros". Motivo por el cual le agradezco este sentido homenaje a mi madre, Alfonsina Storni.
Gracias.
Alejandro Alfonso Storni
Jorge Méndez
Oro Verde, Provincia de Entre Ríos, Argentina, 13 de octubre de 2008.
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